Allí sentadas las dos en El Cielo viajamos a Antioquia, al valle, a la costa. Entre niebla, cilantro, seis, no, siete copas y risas, sin saberlo, amasábamos un momento muy dulce que aún no se había revelado…

Allí sentadas las dos en El Cielo viajamos a Antioquia, al valle, a la costa. Entre niebla, cilantro, seis, no, siete copas y risas, sin saberlo, amasábamos un momento muy dulce que aún no se había revelado…